Dados los cambios de temperatura y las pocas horas de luz solar que acompañan a esta época del año, el organismo humano experimenta algunos cambios para adaptarse. Uno de ellos, es un mayor consumo de energía para lograr mantener la regulación térmica.
Ese gasto energético deriva en una disminución de las defensas frente a los gérmenes, virus y bacterias, que aumentan el riesgo de infecciones respiratorias.
También las hormonas se descontrolan, por lo que es normal que se experimenten episodios de depresión o algunas manifestaciones psicosomáticas como gastritis o úlceras estomacales.
Esto no es para alarmarse, pero sí para tomar precauciones y continuar con las medidas de higiene preventivas.
¡Disfruta en familia esta mágica temporada!
Atte.: Mermaids 123.
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